Vivo las obras que he realizado. Soy un arquitecto holandés que lleva muchos años viviendo y ejerciendo como arquitecto en distintos puntos de España. Actualmente resido en Mondoñedo. Me dedico sobre todo a la rehabilitación con criterios de sostenibilidad. Mi especialidad es rehabilitar arquitectura tradicional, casas abandonadas y olvidadas para darles una nueva vida, conservando su identidad y carácter original.
Entre las características de la arquitectura tradicional destacan el aprovechamiento óptimo de los escasos recursos disponibles y la adaptación a las condiciones climáticas locales. Me dedico a la rehabilitación desde el respeto por las cosas de antes, porque antes se construía muy bien. Opino que una casa es la experiencia acumulada de centenares de años de conocimientos. Para mí, rehabilitar es una vía de aprendizaje para llegar a una arquitectura con criterios de sostenibilidad. Mis casas recuperadas respiran nostalgia, son evocadoras de un pasado vivido. Diseño espacios luminosos y diáfanos con un ambiente cálido y acogedor. Procuro siempre trabajar con materiales tradicionales, ecológicos y sostenibles como la madera y la cal. Para mí, las casas son las catedrales de hoy, al igual que cada persona hoy en día es un mundo, un universo. Uno de mis principales objetivos es combinar las características esenciales, la identidad y el espíritu de la arquitectura tradicional con las ideas contemporáneas sobre el espacio arquitectónico interior, fusionar formas de vivir tradicionales, los conocimientos antiguos con ideas nuevas. Sobre todo he podido realizar esos objetivos en un pueblo pequeño en el Pirineo Aragonés donde he vivido y trabajado más de 10 años.

Te dejo espacio para vivir tu vida. Soy arquitecto para guiar a las personas a definir los espacios de su casa, como catalizador. Me gusta basarme en mis propias experiencias rehabilitando mi casa y luego enseñar, compartir lo que he aprendido con otras personas, con mis clientes. Una de mis primeras preocupaciones como arquitecto ha sido ¿Cómo quiero vivir? y en ¿Qué casa? Una vez que rehabilité una casa para mí, también me ha servido para rehabilitar casas para otras personas a las que les gustó mi casa. Dedicarme a la arquitectura me sirve para idear otro tipo de sociedad, otra manera de vivir, de convivir. El hecho de haber vivido en un pueblo pequeño me cambió la perspectiva, el punto de vista sobre cómo habitar, la relación con el entorno y con las personas. Me ayudó a preocuparme de lo que me rodea, de cuidarlo. Es muy satisfactorio ver que los clientes para los que has hecho un proyecto disfruten de sus casas, las cuidan y les dan felicidad. Es sentirte útil, de haber aportado algo en sus vidas. La casa es una de las cosas más importantes en la vida de una persona, y de un grupo de personas.

Diseño espacios como recuerdos soñados. Quiero que mis casas rehabilitadas sean faros, que sirvan como ejemplo a seguir. Y que los usuarios de los espacios que he diseñado se sienten bien en ellos, que puedan realizar sus vidas, sus sueños, que se sienten libres y cómodos. Que su casa sea como una prenda, que les envuelve, que forma parte de ellos. Quiero conseguir que las casas se viven, se cuidan y se miman, que los moradores se ocupen de la casa y de su entorno y que no sean meros consumidores pasivos. Me haría ilusión que mis obras realizadas enseñen un camino, un rumbo para explorar. Que enseñen a vivir, a diseñar el presente respetando e incorporando el pasado, los conocimientos y experiencias que sobreviven, las huellas del pasado que forman parte de nosotros.